Situación actual de los mercados financieros

Durante la primera mitad del año los mercados financieros han experimentado diversas fases: euforia en los mercados de renta variable en enero, seguida de una fuerte consolidación en febrero y desde marzo, una etapa de dudas que generan volatilidad en los mercados, que creemos aún continuarán. Por ello, es importante la constitución de carteras de fondos de inversión teniendo muy en cuenta la situación actual.

 

Lo que sí parece claro es que tenemos unos fuertes fundamentales en lo que respecta al crecimiento de las empresas y de sus beneficios. Seguimos en un entorno de crecimiento económico tanto en EEUU como en Europa; aunque sin falta de riesgos.

 

En EEUU la demanda doméstica sigue bien orientada gracias a la creación de empleo y los recortes en impuestos que están potenciando el consumo. La evolución de sus mercados están en máximos, con rentabilidades de dos dígitos, y se espera que su actual ciclo económico sea el más largo de toda su historia sin una recesión.

 

A pesar de estos fuertes fundamentales existen riesgos que no deben de ignorarse:

  • La guerra comercial: la administración estadounidense ha decidido imponer aranceles a las importaciones procedentes de China, Canadá, México y de la Unión Europea. Por lo que los países afectados están considerando medidas de reciprocidad.
  • Se cree que estas medidas proteccionistas son temporales y no se espera un impacto importante en términos de crecimiento económico. Además, se cree que las negociaciones se reanudarán a medida que Trump necesite resultados reales para las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
  • La situación política de Italia: son varias las incertidumbres políticas y geopolíticas que existen en la actualidad. La situación política de Italia desencadenó en mayo una vuelta de la aversión al riesgo y de la volatilidad.
  • Las negociaciones del Brexit: a menos de 7 meses de la fecha de salida del Reino Unido de la UE, la incertidumbre predomina.
  • La crisis turca, por tensiones comerciales y políticas entre EEUU y Turquía. La preocupación sobre las finanzas de este país sigue vigente ya que los problemas del fuerte endeudamiento puede llevar a una recesión.
  • Inicio de políticas monetarias más restrictivas: la Fed ha estado subiendo los tipos de interés y se espera más subidas en 2019, pero en Europa todavía seguiremos un tiempo, al menos un año, sin cambios en éstos. A partir de diciembre el BCE pondrá fin a su programa de estímulos.

 

Con todo ello, se apuesta por una tendencia alcista de los mercados de renta variable pero con volatilidad; lo cual hace tener una visión de inversión a medio plazo, no perder la calma en momentos de caídas puntuales y diversificar. Y prudencia en la renta fija.

 

Estándar

Estrategia de inversión para el tercer trimestre de 2018

Las bolsas continúan siendo el mejor activo para invertir.

Los retrocesos en bolsa se interpretan como una oportunidad y ante ello, hay que posicionarse, preservar y ser pacientes.

 

Riesgos que originarán volatilidad:

  • Complicaciones políticas: Alemania…se cree que “Merkel encontrará una solución de compromiso para estabilizar su gobierno y el resto de fuerzas políticas antepondrán la perspectiva de estado a las cuestiones partidistas”.
  • Proteccionismo: “se circunscribe principalmente a EE.UU./China, pero también se endurecerá dificultando el avance de las bolsas de forma constante”.
  • Petróleo: se piensa que “el petróleo se estabilizará en los próximos meses, reduciendo la presión sobre la inflación global y tranquilizando a los bancos centrales”.

 

Se ha entrado en un proceso de normalización que será compatible con un ciclo expansivo largo. No sólo no hay bases sólidas para dudar de la solidez del ciclo expansivo global, sino que estamos en una fase intermedia lejana del punto de agotamiento.

 

Para los próximos tres meses se espera un ciclo alcista, aunque se debe esperar de las bolsas rentabilidades simplemente suficientes o decentes, compatibles con unas rentabilidades de bonos que ganan atractivo en EE.UU. Y lo mismo puede suceder en Europa en unos dos años, aunque a una escala inferior.

Las empresas están mostrando unos fundamentales sólidos y unas expectativas de beneficios positivas.

Estándar

Reacciones del mercado al cambio de Gobierno en España

El cambio de Gobierno en España no parece preocupar a los mercados financieros y tampoco a las gestoras internacionales, que no sienten ningún temor por la llegada del PSOE y Pedro Sánchez a La Moncloa.

El programa esgrimido por el nuevo presidente, que ha puesto como una de las principales prioridades de su Ejecutivo cumplir con los objetivos de déficit que marca Bruselas, ha servido para tranquilizar a los inversores y para que las firmas extranjeras no vean en la marcha de Mariano Rajoy un elemento que vaya a desestabilizar a la economía española.

“El PSOE es un partido de centroizquierda y pro-europeo. Por lo tanto, la posibilidad de que se apliquen políticas no convencionales no debería verse como un riesgo para los mercados financieros”. El cambio del color político en el Gobierno no afectará de manera significativa a la economía española. “Hemos visto una economía española muy flexible, incluso a la luz de la crisis política en torno a Cataluña, y no esperamos un gran impacto de lo sucedido en la estabilidad y perspectivas de la economía española”. “A pesar del cambio al timón, es muy poco lo que el nuevo gobierno español puede hacer realmente. El Ejecutivo de Sánchez tiene una mayoría muy reducida en el Parlamento y cuenta con el apoyo de partidos con agendas políticas muy diferentes. El margen de maniobra en el aspecto fiscal también es limitado, con el presupuesto de 2018 ya ratificado por Rajoy antes de su partida. Tal y como están las cosas, en el corto plazo es difícil ver cuánto tiempo durará el nuevo gobierno y las elecciones anticipadas parecen muy probables en los próximos meses”.

 

La situación política y macro de España no es la de Italia…

Actualmente, Italia es el principal factor externo que podría desestabilizar al mercado de renta variable y renta fija español.

En España hay mucho más apoyo a Europa en todo el espectro político y también entre la población, lo que debería evitar una repetición de los titulares que pesaron sobre los activos italianos en mayo. España se encuentra en una posición más sólida, tanto en el frente económico como en el fiscal. Ha implementado reformas estructurales, se beneficia de un nivel de crecimiento más alto y tiene una relación deuda/PIB menor que sus contrapartes italianas.

Eso no significaría, sin embargo, que el comportamiento de los bonos españoles vaya a ser positivo. Como vimos en la última semana de mayo, los activos españoles pueden verse fuertemente influenciados por el sentimiento de riesgo más amplio en torno a la deuda periférica europea. Si las preocupaciones sobre una posible salida del país transalpino de la eurozona aumentan mucho, podría haber algún tipo de contagio y la deuda española podría estar bajo presión.

 

En renta variable, mientras no se resuelva la situación italiana, continuará la volatilidad y podríamos asistir a momentos de pánico pese a que la situación en España es radicalmente diferente a la de Italia. El entorno macro es mucho mejor: la confianza económica sigue siendo muy alta, es consistente con un fuerte crecimiento en torno al 3% y la tasa de desempleo está cayendo rápidamente. Además, se prevé que el déficit presupuestario español se sitúe en el 2,5% en 2018 y la relación deuda/PIB empiece a descender, por lo que, si el crecimiento se mantiene en el nivel actual, el riesgo de la deuda española mejorará. Por ello, el cambio de Gobierno no creará una crisis política, pues se necesita mucho más para romper la buena dinámica económica de España, ya que el país no tiene ningún problema urgente que deba resolver el nuevo Ejecutivo.

 

Ni siquiera en el caso de que Sánchez disolviese las Cortes y convocase elecciones anticipadas supondría un peligro, sobre todo teniendo en cuenta lo que apuntan las últimas encuestas. El escenario probablemente más negativo sería un gobierno de coalición formado por PSOE y Podemos, aunque en ese caso dependería del peso respectivo de las dos partes. Si el PSOE tuviera la sartén por el mango, podría ser capaz de dominar las tendencias euroescépticas de Podemos. No obstante, hay que decir que los tres principales partidos políticos (PP, PSOE y Ciudadanos) comparten el compromiso con el euro y, por lo tanto, respetan el Tratado de Estabilidad y Crecimiento.

Estándar

NECESIDAD DE AHORRAR DE CARA A LA JUBILACIÓN

En este 2018 hemos visto que la pensión máxima es de 2.580,1 euros, pero si estamos trabajando por cuenta ajena, con nómina, podemos estar cotizando muy por encima.

Así si nuestro salario anual es superior a 36.000 euros estamos cotizando por más de lo que vamos a cobrar de pensión. Por ejemplo si cobramos 45.000 euros al año, vamos a cotizar por 1.000 euros más al mes del importe que vamos a recibir como pensión máxima.

En estos casos, se hace casi imprescindible ahorrar una cantidad mensual para poder compensar la bajada de ingresos que tendremos al cobrar la pensión.

Es importante señalar que para ahorrar para la jubilación no solo existen los planes de pensiones sino que hay otros productos como PIAS o fondos de inversión.

Si somos autónomos al poder elegir la base de cotización, ésta no va a depender de los ingresos que tengamos sino de lo que decidamos pagar como autónomos. La mayoría de ellos elige la base mínima y por eso las pensiones medias de los autónomos son mucho más bajas que las de los asalariados.

 

Planificar nuestra jubilación:

Sea cual sea nuestra situación es necesario planificar nuestra economía en la etapa de nuestra vida en la que estemos.

Si somos ya pensionistas, tenemos que evitar que nuestros ahorros se vayan devaluando como lo hace el importe de nuestra pensión, los intereses del dinero que tenemos en cuentas y depósitos no superan el IPC, por lo que tenemos que diversificar en función de nuestra situación y objetivos y como mínimo que la rentabilidad supere la inflación. Hay varios tipos de productos, uno de ellos pueden ser los fondos de inversión que pagan rentas.

Si aun no somos pensionistas, por un lado debemos hacer un cálculo de la pensión que vamos a cobrar y analizar cómo va a ir evolucionando, por otro debemos ver qué ingresos mensuales vamos a necesitar para mantener nuestro nivel de vida cuando seamos jubilados y a partir de esos importes y de nuestra situación financiera y capacidad de ahorro, ver qué medidas podemos tomar o qué planes de ahorro podemos poner en marcha para no perder calidad de vida en el futuro.

A la hora de elegir cómo y dónde ahorrar es importante tener en cuenta la fiscalidad, los impuestos que nos podemos o no ahorrar ahora pero sobretodo los impuestos que tendremos que pagar al rescatar la hucha que hayamos acumulado para nuestra jubilación.

Por todo ello, es importante ir de la mano de un buen experto o asesor financiero-fiscal.

Estándar

¿Qué está pasando en las Bolsas?

El Ibex 35 se comportó muy bien en Enero y cerró el mes ganando el 4,05% pero en las tres primeras sesiones de febrero se perforaron a la baja directrices de tendencia, saltaron los primeros soportes… y el Ibex ha acabado perdiendo en el mes de febrero el 5,85%, a pesar del rebote vivido en la segunda quincena.

Estamos en una fase bajista a corto plazo que ha comenzado con una corrección. No hay razones de tipo fundamental para plantearse la posibilidad de entrar en una fase bajista que durase varios años.

Hemos entrado en un momento en el que es necesario mantener la calma tanto para deshacer la cartera como para iniciar compras aunque aplazar compras, hasta que el mercado confirme la vuelta al alza, parece lo más prudente.

 

Pronóstico para marzo

El mes ha comenzado de nuevo muy volátil…El pasado lunes vimos un rayo de luz, pero ayer regresamos de nuevo a los números rojos de la mano de Wall Street.

Está siendo contradictorio el comportamiento de La Bolsa con los resultados del pasado ejercicio que han sido magníficos.

Por ello, encontramos dos explicaciones: que se está descontado las subidas de tipos, y que también se trata de un ataque bajista a unas Bolsas que habían subido mucho. Técnicamente estamos ante una corrección:

DOW JONES I. que es el que manda…Su tendencia es alcista y seguirá siéndolo en tanto que no pierda la directriz de tendencia. Se trata de una corrección técnica. Es importante que no pierda los 23.500 puntos.

IBEX 35, en el peor de los casos puede seguir bajando hasta los 9,300 puntos como siguiente soporte.

Nuestro principal indicador ha marcado un mínimo, en la sesión del viernes, en 9.510 puntos para ir a cerrar en 9.531, De momento nos encontramos en esos niveles.

EUROPA:

El DAX 30 de Fráncfort perdió el viernes el 2,27%, el CAC40 de París bajó el 2,39% y el  Eurostoxx 50 se dejó 2,19 % . Ha sido como si la ola de frío polar que azota a Europa se hubiese trasladado a  sus parqués…

 

“Power, nuevo presidente de la FED, y Donald Trump deberían tener un exquisito cuidado en sus actuaciones y declaraciones  porque pueden provocar una crisis a nivel mundial, en un momento en el que Wall Street está con los nervios a flor de piel, a pesar de que la economía del país este evolucionando de forma positiva.”

Estándar

Fuerte corrección en los mercados: ¿señal de alerta, o señal de compra? ¿Es bueno que haya vuelto la volatilidad? ¿Volatilidad, sinónimo de oportunidad?

Estaba siendo un inicio de año muy tranquilo. De hecho, estaba siendo el mejor arranque de los mercados bursátiles desde 1999. Pero el Dow Jones cerró con la mayor caída de su historia, al perder un 4,6%, y el Nasdaq se desplomó otro 3,9%, perdiendo el nivel de los 7.000 puntos. Estos indicadores arrastraron con ellos a los principales parqués del mundo, siendo el Nikkei japonés el más castigado, con pérdidas del 4,7%. Las pérdidas se están repitiendo por tercera sesión consecutiva y a escala mundial; después de un 2017 extremadamente tranquilo, el regreso de los fuertes niveles de volatilidad ha despertado el miedo y la preocupación entre muchos participantes de mercado…

 

El pasado lunes, inédito en su historia y renovado durante la sesión del martes, han marcado en los mercados días de elevada volatilidad, de tal manera que ahora el indicador del miedo está cotizando en niveles que remiten a 2011. Y para quien no lo recuerde, 2011 fue un año infausto para los mercados: Europa sufrió el azote de la crisis de la deuda soberana, EE.UU. perdió su clasificación AAA y las Primaveras Árabes agitaron al precio del petróleo, entre otros activos.

 

Bien es cierto que los participantes de mercado eran conscientes de que la volatilidad estaba en niveles anormalmente bajos a lo largo de 2017. De ahí que la fuerte corrección vista en los últimos días no haya sido vista con malos ojos por los expertos: volatilidad suele ser sinónimo de oportunidad; y en un mercado con valoraciones muy ajustadas, a las oportunidades no se las puede dejar pasar: “Los periodos de alta volatilidad en mercado suelen crear oportunidades para comprar acciones sobrevendidas”.

 

Las fuertes ventas no condicionan la expansión económica que está en marcha. La coyuntura económica sigue siendo positiva. Es importante resaltar que en 2017 hubo claramente una fuerte aceleración del crecimiento mundial frente al de 2016 y que para el año 2018, esta tendencia se mantiene. Las estimaciones de crecimiento de los resultados de las compañías, elemento fundamental de la evolución de los índices, son de doble digito, en casi todas las regiones.

 

El repunte de la volatilidad de las acciones se ve como un cambio en el sentimiento de los inversores: “Los mercados financieros se están enfrentando a la idea de que el entorno de bajo crecimiento puede estar dando paso a un ciclo más sólido con la inflación al alza”. Además de los movimientos vistos en las bolsas desde el pasado viernes, también ha caído la renta fija, y ambas caídas han sido una reacción a la publicación de un buen dato de empleo en EE.UU. y un dato de crecimiento salarial mejor de lo esperado (2,9%, la tasa más elevada de 2009).

 

En consecuencia, se interpreta que estos datos “llevaron a muchos inversores a concluir que una inflación significativamente mayor podría estar a la vuelta de la esquina, lo que daría lugar a unos tipos más elevados; es decir, que obligue a la Reserva Federal a ser más agresiva en sus subidas de tipos”.

 

Miembros de los principales bancos centrales mandaban ayer un mensaje de tranquilidad a los inversores. En el caso europeo, Draghi comentaba que aún es pronto para cantar victoria en su particular lucha contra la falta de inflación. Por su parte, Kuroda, a pesar de ser optimista con el rumbo de la economía nipona, mantendrá las políticas monetarias durante bastante tiempo. Por último, Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, comentaba que la subida salarial que vimos el viernes y que provocó el fuerte repunte de las expectativas de subidas de tipos para este año, aún no es suficientemente vigorosa.

 

Desde el punto de vista económico, estas caídas parecen poco justificadas, sobre todo teniendo en cuenta los buenos datos adelantados, como el PMI en Europa que supone su nivel más elevado desde junio de 2006, gracias al empuje de los componentes de nuevos pedidos y de creación de empleo, que se situó en su nivel más elevado desde el año 2000. Y en el caso norteamericano, las noticias eran aún mejores, ya que el ISM no manufacturero subía hasta su nivel más elevado en 13 años. El componente más destacable volvía a ser la evolución del subíndice de empleo en máximos históricos.

 

Se cree que aún hay motivos para seguir siendo constructivo con las valoraciones estadounidenses: “Los consumidores globales están acometiendo gastos, los balances de las empresas son relativamente estables y los recortes de impuestos aprobados en EEUU a finales del año pasado podrían respaldar un crecimiento de los beneficios de dos dígitos en 2018”, explica. Por tanto, se interpreta la corrección como “un descenso saludable”.

 

Puede que la volatilidad dure algún tiempo, por lo que hay que tener cautela pero también hay que estar listos para “explorar activamente las oportunidades que haya podido traer esta ola de resurgimiento de la volatilidad (coherente con una transición desde el régimen del final del ciclo financiero)”.

 

Hay expertos que incluso dicen que las caídas de estos días podrían interpretarse como “la mayor muestra de salud real en los mercados en mucho tiempo”! J

 

También hay que aclarar que en las caídas ha influido tanto el factor técnico como el fundamental. En relación al técnico, ha habido estrategias que habían incrementado su exposición a activos más volátiles (p. ej. renta variable), al tiempo que habían incrementado el apalancamiento hasta niveles superiores a las medias históricas. “Este pico de volatilidad ha obligado a estas estrategias a reducir simultáneamente la exposición a renta variable y el apalancamiento general para no salirse de sus presupuestos de riesgo”. Y por otro lado, las recogidas de beneficios emprendidas por los inversores fundamentales, también han influido en las caídas ya que los mercados se han comportado excepcionalmente bien y las valoraciones parecían excesivas”.

 

La recomendación para los inversores que ya tienen cartera es que, antes de decidir si venden, piensen si han cambiado los fundamentales que les llevaron a realizar dicha inversión. Si no es así, es momento de mantener la calma.

Y para nuevos inversores, la recomendación es identificar oportunidades de compra y mantener una filosofía de inversión de medio-largo plazo.

Estándar

Fuerte corrección en los mercados: ¿señal de alerta, o señal de compra? ¿Es bueno que haya vuelto la volatilidad? ¿Volatilidad, sinónimo de oportunidad?

Estaba siendo un inicio de año muy tranquilo. De hecho, estaba siendo el mejor arranque de los mercados bursátiles desde 1999. Pero el Dow Jones cerró con la mayor caída de su historia, al perder un 4,6%, y el Nasdaq se desplomó otro 3,9%, perdiendo el nivel de los 7.000 puntos. Estos indicadores arrastraron con ellos a los principales parqués del mundo, siendo el Nikkei japonés el más castigado, con pérdidas del 4,7%. Las pérdidas se están repitiendo por tercera sesión consecutiva y a escala mundial; después de un 2017 extremadamente tranquilo, el regreso de los fuertes niveles de volatilidad ha despertado el miedo y la preocupación entre muchos participantes de mercado…

 

El pasado lunes, inédito en su historia y renovado durante la sesión del martes, han marcado en los mercados días de elevada volatilidad, de tal manera que ahora el indicador del miedo está cotizando en niveles que remiten a 2011. Y para quien no lo recuerde, 2011 fue un año infausto para los mercados: Europa sufrió el azote de la crisis de la deuda soberana, EE.UU. perdió su clasificación AAA y las Primaveras Árabes agitaron al precio del petróleo, entre otros activos.

 

Bien es cierto que los participantes de mercado eran conscientes de que la volatilidad estaba en niveles anormalmente bajos a lo largo de 2017. De ahí que la fuerte corrección vista en los últimos días no haya sido vista con malos ojos por los expertos: volatilidad suele ser sinónimo de oportunidad; y en un mercado con valoraciones muy ajustadas, a las oportunidades no se las puede dejar pasar: “Los periodos de alta volatilidad en mercado suelen crear oportunidades para comprar acciones sobrevendidas”.

 

Las fuertes ventas no condicionan la expansión económica que está en marcha. La coyuntura económica sigue siendo positiva. Es importante resaltar que en 2017 hubo claramente una fuerte aceleración del crecimiento mundial frente al de 2016 y que para el año 2018, esta tendencia se mantiene. Las estimaciones de crecimiento de los resultados de las compañías, elemento fundamental de la evolución de los índices, son de doble digito, en casi todas las regiones.

 

El repunte de la volatilidad de las acciones se ve como un cambio en el sentimiento de los inversores: “Los mercados financieros se están enfrentando a la idea de que el entorno de bajo crecimiento puede estar dando paso a un ciclo más sólido con la inflación al alza”. Además de los movimientos vistos en las bolsas desde el pasado viernes, también ha caído la renta fija, y ambas caídas han sido una reacción a la publicación de un buen dato de empleo en EE.UU. y un dato de crecimiento salarial mejor de lo esperado (2,9%, la tasa más elevada de 2009).

 

En consecuencia, se interpreta que estos datos “llevaron a muchos inversores a concluir que una inflación significativamente mayor podría estar a la vuelta de la esquina, lo que daría lugar a unos tipos más elevados; es decir, que obligue a la Reserva Federal a ser más agresiva en sus subidas de tipos”.

 

Miembros de los principales bancos centrales mandaban ayer un mensaje de tranquilidad a los inversores. En el caso europeo, Draghi comentaba que aún es pronto para cantar victoria en su particular lucha contra la falta de inflación. Por su parte, Kuroda, a pesar de ser optimista con el rumbo de la economía nipona, mantendrá las políticas monetarias durante bastante tiempo. Por último, Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, comentaba que la subida salarial que vimos el viernes y que provocó el fuerte repunte de las expectativas de subidas de tipos para este año, aún no es suficientemente vigorosa.

 

Desde el punto de vista económico, estas caídas parecen poco justificadas, sobre todo teniendo en cuenta los buenos datos adelantados, como el PMI en Europa que supone su nivel más elevado desde junio de 2006, gracias al empuje de los componentes de nuevos pedidos y de creación de empleo, que se situó en su nivel más elevado desde el año 2000. Y en el caso norteamericano, las noticias eran aún mejores, ya que el ISM no manufacturero subía hasta su nivel más elevado en 13 años. El componente más destacable volvía a ser la evolución del subíndice de empleo en máximos históricos.

 

Se cree que aún hay motivos para seguir siendo constructivo con las valoraciones estadounidenses: “Los consumidores globales están acometiendo gastos, los balances de las empresas son relativamente estables y los recortes de impuestos aprobados en EEUU a finales del año pasado podrían respaldar un crecimiento de los beneficios de dos dígitos en 2018”, explica. Por tanto, se interpreta la corrección como “un descenso saludable”.

 

Puede que la volatilidad dure algún tiempo, por lo que hay que tener cautela pero también hay que estar listos para “explorar activamente las oportunidades que haya podido traer esta ola de resurgimiento de la volatilidad (coherente con una transición desde el régimen del final del ciclo financiero)”.

 

Hay expertos que incluso dicen que las caídas de estos días podrían interpretarse como “la mayor muestra de salud real en los mercados en mucho tiempo”! J

 

También hay que aclarar que en las caídas ha influido tanto el factor técnico como el fundamental. En relación al técnico, ha habido estrategias que habían incrementado su exposición a activos más volátiles (p. ej. renta variable), al tiempo que habían incrementado el apalancamiento hasta niveles superiores a las medias históricas. “Este pico de volatilidad ha obligado a estas estrategias a reducir simultáneamente la exposición a renta variable y el apalancamiento general para no salirse de sus presupuestos de riesgo”. Y por otro lado, las recogidas de beneficios emprendidas por los inversores fundamentales, también han influido en las caídas ya que los mercados se han comportado excepcionalmente bien y las valoraciones parecían excesivas”.

 

La recomendación para los inversores que ya tienen cartera es que, antes de decidir si venden, piensen si han cambiado los fundamentales que les llevaron a realizar dicha inversión. Si no es así, es momento de mantener la calma.

Y para nuevos inversores, la recomendación es identificar oportunidades de compra y mantener una filosofía de inversión de medio-largo plazo.

Estándar

Mercados en los que invertir en este año

Se confía en que 2018 siga siendo igual de bueno que 2017; que los mercados de renta variable continúen con la buena evolución de los últimos años. Se espera una recuperación económica sostenida y un aumento de la inflación, con un menor apoyo por parte de los bancos centrales. Un entorno que debería seguir siendo favorable para los activos de riesgo, es decir para la renta variable, aunque no se descarta que aumenten los episodios de volatilidad como consecuencia de la retirada de estímulos monetarios, momento del ciclo económico en el que nos encontramos y valoración de los mercados.

Para gran parte del mundo, todavía están en las primeras fases del ciclo. Esto es particularmente cierto para Europa: según el FMI, la región podría crecer cerca de un 2% en 2018, y parece haber entrado en un periodo prolongado de fortaleza.

Una comparación de las valoraciones muestra que Europa, Japón y los emergentes presentan unas valoraciones más atractivas en términos relativos que EEUU, dado que el PER adelantado del mercado estadounidense ha escalado hasta las 17,9 veces, mientras que el PER de las otras regiones es inferior a las 15 veces.

Para este año, los niveles del mercado sugieren que las mejores oportunidades de inversión pueden continuar estando fuera de EE.UU..

 

La Renta Variable de la Eurozona presenta especial atractivo de cara a 2018. Por un lado, el momento macro es claramente el mejor de los últimos años, no sólo desde el punto de vista cuantitativo sino también por su composición, menos dependiente del sector exterior y muy equilibrado entre los distintos países de la región. Por otro lado, la política monetaria del BCE seguirá siendo muy expansiva, lo cual garantiza unas condiciones de financiación favorables para las empresas y para los consumidores. Por último, la valoración de la bolsa europea todavía dista de situarse en términos extremos desde el punto de vista absoluto y sigue estando en niveles extraordinariamente atractivos desde el punto de vista relativo a otras alternativas de inversión.

 

Eso sí, EE.UU. sigue siendo fundamental para los inversores de renta variable, dada su representatividad en la bolsa mundial: en 2017, la renta variable estadounidense ha supuesto un 52% de la capitalización mundial, cerca de máximos históricos, mientras que la capitalización conjunta de las cotizadas estadounidenses ha llegado a equivaler al 106% del PIB del país. Además, muchas de las empresas estadounidenses son multinacionales con presencia mundial, de modo que cerca de un 40% de los beneficios corporativos del S&P 500 Composite proceden de fuera de EE.UU. 

 

En cuanto a la Renta Variable Emergente, se sigue apostando por ella en este año. Asia es ahora la región con mayor atractivo, “desde China, Cora del Sur, India y Taiwán a países como Indonesia. Los beneficios de muchas empresas emergentes están mejorando gradualmente en términos de rentabilidad, márgenes y retorno sobre las acciones… “las valoraciones de las empresas emergentes todavía son muy atractivas”.

Estándar

Previsiones para el 2018

2017…“Las principales economías mundiales están viviendo un alza sincronizada”:

IBEX: 7,60%; EUROSTOXX: 8,31%; DOW JONES: 19,32%; NASDAQ: 27,78%

Renta Variable

El avance de la economía mundial, la política monetaria todavía acomodaticia de los bancos centrales y el efecto positivo de la reforma fiscal en EE.UU. deberán impulsar los beneficios corporativos (las bajadas de impuestos podrían ser un nuevo soplo de ánimo a un mercado de valores en máximos).

 

En EE.UU se mantiene el ritmo de expansión aunque el mix está cambiando. El consumo se desacelera, pero la inversión avanza.

 

Se ve un mayor atractivo en la renta variable europea por las bajas valoraciones y los bajos riesgos políticos (salvo las negociaciones del Brexit).

En cuanto a la renta variable en países emergentes, se anticipan beneficios próximos al 15% en 2018 como resultado de las reformas económicas y de crecimiento impulsadas en algunos de estos mercados, especialmente en Asia.

 

Renta Fija

El incremento de la inflación y la normalización gradual de la política monetaria deberían impulsar las rentabilidades de los bonos soberanos. Se esperan tres subidas de tipos hasta diciembre de 2018.

En Europa, no se espera que el Banco Central Europeo siga los pasos de la Reserva Federal. “La Eurozona se encuentra en un ciclo económico unos años atrás del de EE.UU, por lo que no se esperan subidas de tipos del Banco Central Europeo hasta, como muy pronto, el primer trimestre de 2019, pero sí pondrá fin a su programa de compra de deuda en la segunda parte de 2018.

El dólar

La volatilidad del entorno político en EE.UU. y un crecimiento por encima de lo esperado en Europa y Japón han mantenido una presión negativa sobre el dólar. Pero factores como los diferenciales de crecimiento y la expectativa de que la reforma fiscal en EE.UU. finalmente se apruebe apoyen la fortaleza del dólar en los próximos meses, con una cotización más cerca de los 1,15 dólares por euro.

Ante este contexto…qué productos se recomiendan a los inversores?

Es un contexto de rentabilidades prácticamente nulas en productos de muy bajo riesgo, por lo que los inversores más conservadores tienen que “elegir” entre rentabilidad y seguridad.

Por ello, más que nunca se recomienda ir de la mano de un asesor que ayude a cada inversor a escoger los productos más adecuados; productos de bajo riesgo pero que consiguen rentabilidades superiores a las ofrecidas en los actuales depósitos bancarios, productos de riesgo medio que con una visión de medio plazo obtienen rentabilidades medias y productos de riesgo elevado que con una visión de medio-largo plazo obtienen rentabilidades altas.

Estándar

El agente financiero, figura de referencia en un entorno cambiante

 

La crisis ha marcado un antes y un después para el agente financiero, una figura cada vez más profesionalizada que en los últimos años ha ganado peso dentro de la estructura comercial de la banca privada en España.

 

La labor de los agentes se asemeja en muchos aspectos a la de los banqueros privados. Se trata de profesionales con un alto nivel de cualificación, amplia experiencia en el sector y con una cartera fidelizada de clientes.

 

De esta crisis han salido reforzadas sobre todo las entidades que tienen un modelo de negocio basado en la ausencia de conflicto de interés, la arquitectura abierta y con el foco puesto en el cliente, no en el producto.

 

Además, por su componente no laboral, los agentes muchas veces aportan a la entidad una visión –haciendo un poco de crítica constructiva– de cuáles son las debilidades y los puntos de mejora que ven que ayudarían a desarrollar su labor, algo que hay que valorar muy positivamente. En este sentido, los agentes son los mejores auditores internos de calidad que puede tener una entidad.

 

Según un estudio elaborado recientemente, tres de cada cuatro inversores españoles están dispuestos a solicitar los servicios de un asesor financiero de confianza

Esto ha sido debido a la inapropiada asignación de activos y las contradicciones presentes en la planificación de los ahorros finalistas que realizan los inversores españoles en sus carteras. Por lo que se han dado cuenta de la importancia de apoyarse en los conocimientos y experiencia de los expertos.

 

Un buen Asesor Financiero, realiza un estudio personalizado de cada cliente antes de concretar los productos adecuados para él y según el momento de mercado.

 Estudio en el que tendrá en cuenta diversos factores: perfil de riesgo, horizonte temporal, expectativas de rentabilidad según binomio riesgo-rdad, necesidades financieras a corto, medio y largo plazo, ahorro de cara a la jubilación…

Estándar